sábado, 26 de mayo de 2012

DESARROLO DEL NIÑO

 
 
Las teorías y enfoques del desarrollo del niño/a, reconocen etapas o períodos que señalan factores determinantes, ya sean éstos: biológicos, ambientales, cualitativa y cuantitativamente; los que ocasionan cambios en el crecimiento físico, en la maduración psico-motora, perceptiva, de lenguaje, cognitiva y psicosocial. Todos ellos, en su globalidad, diseñan las características de personalidad.
 
El niño/a a lo largo de su vida deberá: saber ser, saber hacer y saber estar, en el mundo de las relaciones formales, que le solicitará continuas y diversas adaptaciones y de ésta forma, podrá lograr un espacio social activo y sano. 
etapas se encadenan en sucesiones evolutivas, las que actúan, reforzándose unas a otras, de tal forma, que las adquisiciones en determinada conducta, pueden influir en el desarrollo de las otras. La retroalimentación en ese circuito, favorece la incorporación de nuevas conductas superiores a las conseguidas. 
La forma de relacionarse con los objetos y con los demás, irá dejando huellas profundas en su cuerpo real, como en su imagen corporal, las que exteriorizará en conductas, posturas y aptitudes repletas de significado.
El niño se enfrenta al mundo como un libro abierto. Si nos interesa conocer su mundo, no hay más que buscar la vía más adecuada que nos posibilite leer su texto.
Todos/todas los profesionales debemos observar que posición de salud tiene el niño/a en el proceso de desarrollo evolutivo, su integración corporal, emocional, afectiva, que conductas repite o estereotipa y que situación asume al enfrentarse con nuevas experiencias, cuando amplia sus horizontes... 
Las personas que rodean al niño/a (padres y profesionales) deberán tener presente algunas referentes que se suman a cada etapa:

- Ofrecer consignas claras.

- Crear un ambiente seguro, relajado, motivador.
- Protegerle ante cualquier situación de peligro físico, psíquico o emocional.
- Seguir pautas adecuadas para la edad del niño/a en cuestión. No sobrestimularlo, ello desborda al niño/a y crea interferencias en el desarrollo evolutivo.
- Favorecer una alimentación equilibrada.
- Estimular para que aprenda con todo el cuerpo. Ponerle a su disposición toda las experiencias que sean posibles.
- Darle un sentido lúdico en cada período de su vida.

Para que se conozca el desarrollo que se lleva a cabo en los primeros años de vida de un ser humano, presentamos ésta serie, donde de manera breve y sencilla, se describen los distintos aspectos que están involucrados en la formación del niño/a.

Las edades son aproximadas, por lo que pueden variar de un caso a otro, pero un desfase importante en el tiempo o la clara deficiencia en algún aspecto, puede ser una señal de alerta, que denote algún problema o dificultad que deberá tenerse en cuenta.
 
 
 

 

 
 
ETAPAS:

1. El recién nacido: los principales cuidados se refieren a la alimentación; a la prevención de las infecciones y de las llamadas enfermedades infectocontagiosas infantiles, que se previenen con una limpieza cuidadosa de todo lo que tenga contacto con el niño
 
2. La edad preescolar: el niño avanza en un proceso intelectual. El niño va entendiendo mejor el tiempo, el espacio, la cantidad, el azar y coordina mejor sus movimientos. En esta etapa investiga el ambiente que le rodea pero tiene una visión limitada y como característica esencial aparece el egocentrismo. En esta etapa se produce también el proceso de socialización a la vez cognoscitivo, afectivo y moral. El niño en preescolar es capaz de utilizar la palabra para expresar símbolos mentales y esto es necesarios para comprender conceptos, objetivos. Las actividades típicas del niño de estas edades son las imitaciones, el juego y el dibujo.

3. El niño en la edad escolar: debemos favorecer que los niños descansen las horas adecuadas para evitar la irritabilidad. No se les debe exigir más de lo que por sus condiciones físicas y psíquicas puedan realizar.
Los niños en estas edades aceptan los castigos, siempre que sean justos, porque tienen un claro sentido de lo que está bien o mal y se sienten muy gratificados cuando se aprueba lo que han hecho bien.

 
 
4. La preadolescencia: se considera la etapa que comprende edades entre 9 y 11 años. El niño de esta edad, que se siente seguro, comprendido y aceptado, es capaz de hacer muchas tareas y tiene muchos momentos de satisfacción que le ayudan a superar las situaciones difíciles desarrollando una agradable relación con los adultos y compañeros. El niño es muy sensible a las críticas y a las discusiones que puedan existir en la familia, especialmente entre los padres. Debemos favorecer en ellos la confianza en sí mismos ayudándoles a potenciar sus habilidades y favoreciendo su relación en pequeños grupos. Ya que el diálogo es fundamental en estas edades.
 

5. La adolescencia: abarca entre los 12 y los 14 años, aunque, actualmente se mantiene la idea de una adolescencia que se prolonga hasta los 20 años. El adolescente va a mostrar unas necesidades básicas que son:

- Necesidades fisiológicas: alimentación adecuada, sueño, descanso, ejercicio.

- Necesidades de seguridad: estabilidad, libertad, ausencia de miedo, protección, orden.
- Necesidades de pertenecer a un grupo y sentirse amado.

- Necesidades de prestigio y estima.

- Necesidades de autorrealización.

- Necesidades de saber y comprender. Curiosidad, descubrimiento de nuevos horizontes.

- Necesidades estéticas.